Posteriormente, tomó parte en la represión de la revolución de Asturias de 1934, al mando de tropas expedicionarias marroquíes. Fue un fervoroso falangista y amigo personal de José Antonio Primo de Rivera.
En febrero de 1936 ocupó el cargo de jefe de la 2ª Bandera de la Legión destacada en Dar Riffien, acuartelamiento cercano a Ceuta, donde hizo de enlace entre el general Mola y el grupo de militares destinados en África que conspiraban contra el Frente Popular; al tiempo que comenzó a actuar como agente oficioso del general Franco.
A principios de junio del mismo año rechazó el cargo de agregado militar en una embajada que le ofreció Santiago Casares Quiroga, presidente del Gobierno y ministro de la Guerra. El 17 de julio de 1936 se sublevó contra el Gobierno republicano tomando sin dificultad la plaza de Ceuta, donde se encontraba destinado, y haciéndose días después con el mando supremo de la Legión. Más tarde se trasladó a Sevilla y se puso al frente de las columnas que iniciaban su marcha hacia Madrid.
El 10 de agosto alcanzó Mérida, ciudad que ocupó al día siguiente y donde se fusionaron los ejércitos nacionales del Norte y del Sur. Tres días después, y tras una enconada batalla que causó grandes pérdidas en sus tropas, entró en Badajoz. Seguidamente conquistó las localidades toledanas de Navalmoral de la Mata, Talavera de la Reina y Maqueda.
En septiembre de 1936 apoyó con su presencia la candidatura del general Franco al Mando Único. Posteriormente participó en los frentes de Madrid, Aragón (batalla de Teruel y del Ebro) y Cataluña. A pesar de que aceptó la Unificación y formó parte del I Consejo Nacional de Falange Española Tradicionalista y de las JONS, durante el acto conmemorativo del primer aniversario de la Unificación pronunció un discurso en favor de Manuel Hedilla y otros falangistas encarcelados con motivo de los sucesos acaecidos en Salamanca en abril de 1937, que incomodó a las altas esferas falangistas.
En 1937, ascendido ya a general de brigada, se hizo cargo del mando del Cuerpo del Ejército Marroquí con el que ocupó Barcelona. En agosto de 1939, terminada ya la contienda, fue nombrado ministro del Aire en uno de los gobiernos presididos por Franco. En 1942 fue ascendido a teniente general a cargo de la Capitanía General de la VI Región Militar (Burgos). El 22 de octubre de 1952, con la dignidad militar de capitán general a título póstumo, el jefe del Estado le concedió el título de marqués de San Leonardo de Yagüe.
Fuente: Biografíasyvidas.com
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