Entre el 17 y el 21 Junio de 1964 se disputó en España la segunda edición del campeonato. En esta ocasión participaron 29 selecciones en la primera ronda eliminatoria, disputada a doble partido (cada uno en uno de los países enfrentados), y el país anfitrión sólo se disputaron las semifinales y final, como sucediera en la primera edición en Francia.
La selección Nacional con el trofeo entre sus manos. |
Tras esa primera fase eliminatoria, para la ronde de cuartos de final se clasificaron la selecciones de España, Irlanda, Francia, Hungría, Suecia, URSS, Luxemburgo y Dinamarca. Los equipos se enfrentaron a doble partido, logrando pasar a la siguiente fase final las selecciones de España, Hungría, URSS y Dinamarca.
La fase final, ya disputada en tierras españolas, enfrentó en la primera semifinal a España y Hungría en el Santiago Bernabéu (Madrid) y en la segunda a la URSS y a Dinamarca en el Camp Nou (Barcelona). En ambos partidos la afluencia de público fue bastante notoria, alcanzando en ambos partidos los 35.000 espectadores.
Las semifinales terminaron con la victoria de las grandes potencias futbolísticas de la época: España y la URSS. La lucha por el tercer y cuarto puesto la disputaron las selecciones de Hungría y Dinamarca en el Camp Nou, donde apenas hubo 4000 espectadores y en la que se impuso la selección húngara por 3 a 1.
LA FINAL.
En la final disputada en el Santiago Bernabeu (Madrid) el 21 de junio de 1964, la selección española se alzó con primer y único gran título hasta el momento. El partido siempre estuvo rodeado de polémica debido a la tensión política existente. Finalmente quedo en agua de borrajas y se alcanzó un lleno completo (con unos 100.000 espectadores).
La selección soviética presentó su bloque habitual y arrollador, liderado por el mítico portero Lev Yachine o Yashin ("La Araña Negra") y España se presentó al partido bajo la batuta de Villalonga, tras haber vencido a Rumanía, Irlanda del Norte e Irlanda.
Antes del minuto 10 ya se habían marcado dos goles: Pereda logró batir a la araña en el minuto 6 y Khusainov logró empatar el partido un par de minutos más tarde. El partido fue una dura batalla pasada por agua en la que destacaron los enfrentamientos individuales entre Korneyev y Suárez y Olivella y Ponedelnik.
Tras llegar al final del partido con el marcador igualado, durante la prórroga un preciso pase de Pereda por la banda derecha logró conectar con la cabeza de Marcelino, quién pudo colar el balón junto al poste izquierdo de la portería custodiada por Yashin y marcar el gol más decisivo en la historia de la selección española. España alcanzó el triunfo en el partido y se llevó la primera Eurocopa de su historia.
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