lunes, 1 de marzo de 2010

Tragedia de Ribadelago.

En la década de los años 40, con el fin de satisfacer las crecientes demandas de energía eléctrica en las grandes ciudades como Madrid donde las restricciones eran frecuentes, (se cortaba el suministro eléctrico a partir de las 12 de la noche hasta el amanecer), la empresa Hidroeléctrica Moncabril, inició un proyecto para construir un dique en la desembocadura del Lago.

Familia víctima de la tragedia zamorana.
Surge entonces una gran oposición por parte de los pueblos afectados, el proyecto se olvida y se traslada a la presa de Vega de Tera. El proyecto se concreta en 1953, la construcción de la presa se inicia en junio de 1954 finalizando en noviembre de 1956. Siendo inaugurada por el General Franco, meses antes. Un total de 1300 hombres trabajaron en Vega de Tera por un salario de 9 pesetas al día, en condiciones extremas.

El día 9 de enero de 1959 cayeron abundantes lluvias torrenciales sobre la comarca de Sanabria. Alrededor de la medianoche cuando los habitantes de Ribadelago dormían en una noche fría, el termómetro marcó los 18 grados bajo cero. Justo es el momento en que las aguas desbordan la presa y la rompen por la fuerte presión. Se abre una brecha de 140 metros en su estructura, liberando unos 8 millones de metros cúbicos, arrasando todo lo que encuentra a su paso.

Al llegar al pueblo llegó a alcanzar un nivel de 9 metros durante 14 minutos. El lago absorbió parte del agua que disminutó la capacidad destructiva en las pedanías cercanas. De los 549 habitantes del pueblo, 144 fueron arrastrados por el agua, de los cuales, solo 28 fueron recuperados.

Muchos se salvaron, pues el ruido fue tan ensordecedor que muchos se subieron a la espadaña de la iglesia y a los Olmos previniendo la masacre. El 60% de las viviendas fueron destruidas y desapareciendo también el 75% de los animales. Las pérdidas se cifraron en 87 millones de pesetas, según el informe utilizado en el juicio que se celebró años después.

Tras conocerse la tragedia, llegaron a recaudarse 12 millones de pesetas en donativos, junto a las indemnizaciones del estado por cada muerto. Ribadelago fue adoptado por el Generalísimo y se encomendó la reconstrucción al Ministerio de Vivienda. Tras varias deliberaciones y debates entre los vecinos sobre el nuevo emplazamiento, en 1962 surgió un nuevo pueblo.

Croquis de la tragedia de Ribadelago.
En un informe inconcluso del ingeniero Eduardo T. Miret, apunta que la rotura se pudo deber a la calidad de los materiales empleados, la existencia de fisuras en las estructura, comportamientos de contracción a muy bajas temperaturas del hormigón y el granito, grandes precipitaciones y nieve los días 8 y 9 o la imposibilidad de los encargados de acceder a la presa para abrirla.

Fueron inculpados el director general de la empresa eléctrica, así como dos ingenieros y un perito a un año de cárcel por delito de imprudencia temeraria, siendo indultados en un recurso de alzada. Sin embargo, la empresa tuvo que pagar 19.378.732 pesetas, por lo que tiempo después fue absorbida por Unión Fenosa.

No hay comentarios: